sábado, 29 de julio de 2017

MIS 8 COMPAÑEROS Y LA BAUHAUS




MIS 8 COMPAÑEROS Y LA BAUHAUS


Este es otro Post personal, pero si en algún lugar puedo tomarme ese lujo pues debería ser acá y para que eso suceda pues por lógica deberá pasar algo fuera de lo ordinario en mi rutina, y eso ha sucedido, ya que no a diario se termina un posgrado académico, pero aunque oficialmente eso es lo que este día me sucedió lo trascendental es lo que eso conllevaba y lo que personalmente si considero mas importante incuso sobre un título posible, y es haber conocido 8 personas que jamás habrían formado un grupo si hubieran tenido la más pequeña oportunidad de opinar y decidir sobre ello.

De ellos definitivamente aprendí mucho más que de los profesores que desfilaron frente a nosotros, y eso no los demerita, pero con ellos tenía un panorama completo de lo que es ser tener una profesión en este país y ejercerla, de los maestros conocí solo su mundo, y por parcial limitado.



Cada clase con este variado grupo tenía discusiones que a veces nos sobrepasaban y otras simplemente eran el gusto de escaparse de la ciudad, trabajo y hasta posiblemente de la familia por 2 horas y esconderse en un aula y convivir, es así como, encerrar una abogada, un biólogo, dos ingenieros un químico y 3 salubristas resulta un ejercicio que definitivamente solo podía enriquecerme, ¿Cómo habría de ser distinto?

Cada uno con una razón por demás distinta de por que decidir usar 2 años de su vida entre tareas, presentaciones y dinero que seguramente pudieron disfrutar de otra manera, cada uno con su razón, algunas formales, otras ideales y unas solo profundas.

De dos de ellos conocí que se puede tener pasión desmesurada por la teoría, cosa que puedo entender solo con mis pasiones a veces extremas para los demás, de otros dos que ya son padres y madres que demostrar que esforzarse es parte de enseñar, y ahora o en el futuro a sus hijos que no tendrán excusa para quejarse de hacer algo difícil, de otros dos que el trabajo puede ser gratificante aun de formas que yo pensé imposible encontrar satisfacción como en una oficina por que hacen cosas importantes, y de los otros dos que el tiempo no se debe perder.
 
Una vez el gran arquitecto Walter Gropius planeó para el diseño del Harvard Graduate Center  Cambridge Massachusetts una idea extraña para los espacios universitarios estadounidenses divididos tan marcadamente por facultades, y era una comedor común donde los estudiantes se alejaran de sus espacios acostumbrados e interactuaran, si entendemos su ideal educativo desde la Bauhaus sabemos que lo que buscaba era justo esa mezcla de  estudiantes, pensaba, que el aprendizaje se daba tanto en las aulas y los talleres como en conocer otras profesiones, hablar con otros, conocerlos, discutir, interrogar, enamorarse, oir, pelear, criticar entre todo lo que puede pasar entre personas distintas donde   y comer seguramente sería la mejor forma de aprender de otros.

Todo eso pasò con mis 8 compañeros y comer probablemente pasará a ser  la mejor colección de momentos que por largo rato conservarè por lo agradable de ellos y lo aprendido. GRACIAS MUCHAS!

viernes, 14 de abril de 2017

EL DIVORCIO DE UNA CIUDAD




En una presentación universitaria, hablando sobre ciudad y espacio público toqué el tema de intervención echa hace años a la plaza Las Américas (Salvador del Mundo) en San Salvador,  mi público era variado pero muy conocido para mí, sin embargo esta vez  tenia además a un par de biólogas que sí eran nuevas en oírme hablar, cosa  a la que tal vez debí dar más atención ya que al tomar como ejemplo la diferencia entre dos imágenes de la plaza  intervenida y en su situación previa no pude evitar notar indignación, y casi enojo al ver la el nuevo espacio claramente con menos árboles, su espíritu ambientalista naturalmente es imposible de suprimir, además  supongo que imaginaron que yo criticaría lo que para ellas era una tala desmesurada, más mi intención era demostrar que es un espacio púbico intervenido con un plan claro y que no, Su reacción solo demostró realmente que es lo que los habitantes de esta ciudad consideran como su espacio, y como entienden su uso, y llego a la conclusión de que la mayoría de habitantes de esta ciudad no saben que es un espacio público y esto es fundamental porque al no conocer no lo reclaman ya que no podemos pedir lo que no sabemos que merecemos.
San Salvador no es amigable, no ahora, y esto se ve de manera tal vez hasta graciosa cuando la ciudad cada periodo vacacional posible se ve abandonada, las personas buscan dejarla, desean alejarse de ella, si esto fuera una relación de pareja entonces sería una pareja que va muy mal. Cada periodo vacacional sus carreteras de salida se ven abarrotadas y las personas no observan absolutamente nada malo en eso, les parece normal, un planificador urbano notaria el divorcio claro con sus habitantes, y que el problema es uno solo, la ciudad no brinda a sus usuarios más que la idea de problemas, y no tiene como cualquier pareja en crisis un espacio donde reconciliarse, ese espacio es el espacio púbico, la ciudad no lo tiene de calidad y el ciudadano no los reclama.
Las biólogas  con las que empecé esta nota consideran la Plaza del Salvador del Mundo un espacio idóneo para plantar la mayor cantidad de plantas posibles, no piensan otro uso para el sitio y  relacionan  cualquier área libre de edificaciones como espacio público y no son las únicas, y para muestra la navidad pasada, una empresa privada se hace cargo de “iluminar” la plaza con sus colores comerciales y claro con la posibilidad de vender su producto únicamente en el lugar y el resultado fue abrumador, miles de personas literalmente abarrotaban cada noche por casi un mes la plaza solo para “estar” ahí, esta es en realidad una infraestructura vial, extraña costumbre la nuestra de considerar los redondeles de tránsito parques, y mientras cientos se concentraban cada noche en la plaza cuadras abajo el parque Cuscatlán que si es un espacio para la concentración y reunión permanecía vacío y cerrado. 
Las personas no son injustas con su ciudad, ella es quien no brinda nada de calidad, pero si son las personas culpables de no exigir su espacios, no cuidar ni usar bien los escasos que poseen, y de abandonar cada vez que es posible a su ciudad que consideran  un encierro.
San Salvador no tiene un parque lineal que integre zonas de manera estratégica, carece de corredores verdes y líneas peatonales que hagan “vivible” la experiencia citadina, no es inclusiva ni amigable, durante muchos años le dio todo lo que el vehículo pidió, cada vez que había un problema para su circulación la ciudad se los resolvió y descuidó  a la gente que es a quien se debe y privilegió a las minorías motorizadas, el resultado es un deseo colectivo por abandonar lo que las personas ven como una ciudad que no  muestra interés en ellos ni con quien se pueda relacionar.
Cada vez que la gente  espera con ansias el poder escaparse de una ciudad, esta habrá perdido, y con ella sus planificadores y administradores, si las personas no caminan, si no la consumen com usuarios, la ciudad y  todos pierden, pero   la gente  pierden sin darse cuenta al no usar bien sus espacios, y siguiendo así, , los ciudadanos tendremos cada vez con más intensidad una capital agresiva, hostil y decadente, con personas que la odian, lo cual es el  binomio perfecto para un divorcio en malos términos…

sábado, 4 de marzo de 2017

Por que si es buena idea cerrar el Zoológico de El Salvador



Sin el ánimo de que esta sea una discusión epistolar, y evidentemente sin ser un esperto en escribir como un periodista,  me he tomado el atrevimiento de parafrasear el tema de un artículo publicado en la sección de Blogs de el periódico digital El Faro, en donde desde una interesante perspectiva de ciencia el antropólogo Jorge  Arturo Colorado expone porque en su opinión cerrar definitivamente el Zoológico nacional es una mala idea, o como minino el errado deseo de muchos, en ese sentido de debate y siendo este espacio uno casi exclusivamente usado apra hablr ade ciudad y aqruitectura es que me atrevo a lanzar tres razones que a mi juicio justifican el cierre del Zoológico nacional tambien desde el punto de vista urbano y ambiental.

Primero.
 Las personas comenten un error común pero no simple al pensar que cerrar el Zoológico es perder automáticamente el espacio público, y eso no es así, un posible cierre es más bien una transformación del uso del espacio, la ciudad no tiene por qué perder un espacio público y más bien deberá obtener uno de mayor calidad al existir esta transformación, y si hablamos de espacio urbano, este está en una zona de mayor y mejor equipamiento de toda la ciudad, reconvertirlo es una enorme oportunidad urbana no aprovecharla será trágico. Así que no se debe de relacionar el cierre con la ausencia automática de espacio público.

Segundo.
 Hay  que entender que el concepto de nuestro Zoológico es del pasado, más específicamente es una idea de más de 2 siglos  que viene de las eras imperiales de un mundo que ya no existe, en donde originalmente un monarca absoluto  “coleccionaba” animales “raros” traídos desde las partes más remotas de sus territorios coloniales para su recreo, con la venida de la ilustración a Europa la ciencia se apoderó de la idea y la llevó a las masas combinando la recreación con el desarrollo de la ciencia moderna, pero la idea siguió existiendo hasta el punto de presentar humanos en exhibición bajo la misma idea que era ver “especies raras” que la mayoría de personas nunca verían normalmente, así es como desfilaron por zoológicos europeos aborígenes australianos y pigmeos africanos,  pero  ese mundo ya no existe,  o por lo menos parte de él  y el que poseemos ahora es uno amenazante, las poblaciones de animales que antes recreaban ahora están en peligro y sus ecosistemas en seria crisis, el concepto de nuestro Zoológico ( o por lo menos de una parte de él) es anacrónico, y dañino a las ya debilitadas especies, tiene como tendencia dar importancia a las especies “exóticas” de las que solo se puede tener pura exhibición y en países con pocos recursos es solo una condena de muerte prolongada, no habrá investigación ni programas de reproducción  para un Tigre de Bengala en ningún zoológico en Centro América.

Tercero.
Es urgente para nuestra realidad tener un centro de conservación real eficiente y moderno de conservación de nuestra fauna, los recursos de este Zoológico, deberían de  enfocarse en programas reales para nuestras especies, ¿Que hacemos para conservar y salvar de la extinción al pez Machorra en nuestros frágiles esteros? ¿Qué programa de recuperación de primates existen para repoblar en áreas protegidas donde habían antes tropas sanas? En realidad nuestro ecosistema necesita de mucho trabajo y recursos, el Zoológico debe de entrar en una etapa de transformación y si se es lo suficientemente creativo , también se puede hacer creativo este cambio, también puede ser económicamente viable, la ciencia se beneficia, las personas y las especies, visitar un centro de rehabilitación de verdad, puede ser más motivante para una que una niña se interese por la ciencia que solo observar de en una jaula un tigre. Los biólogos, veterinarios y colaboradores son recursos con los que ya se cuentan y es una base valiosa con la que formar una nueva idea y proyecto, cerrar el la exhibicion de animales no aleja a la ciencia ni ni impide al acercamiento de los niños a ella.


El Zoológico transformado debe de ser reubicado, la ciudad es dañina para él y al mismo tiempo la ciudad necesita salvar ese espacio, esta transformación será un paso más a conectarnos al siglo XXI un siglo que pareciera desear ser  más verde, más digital y más limpio, en donde los Zoológicos como el nuestro son ideas del pasado de las cuales algún día deberemos sentir vergüenza.