LA PORNOGRAFÍA Y LA ARQUITECTURA
La pornografía y la arquitectura son temas que muy poco probable serán colocados en una misma discusión, pero hay una
acepción poco común de la pornografía y es cuando se considera como una
“idealización del sexo”, y como toda idealización es falsa, y es acá donde bajo
este contexto de lo ideal y lo falso en que podemos meter ambas ideas y ambos
mundos, en una sola discusión.
Pero ¿Cuándo la arquitectura se vuelve falsa?
Sera difícil entender esta falsedad, cuando estamos
acostumbrados a entender lo arquitectónico como lo ya construido, pero por lo
general olvidamos que mucha de la arquitectura está dentro de las aulas, y que
es ahí, donde en el proceso de formación, la ideas pueden trastocarse y
desviarse, pero entendamos mejor esto contextualizando la actualidad de la práctica
del diseño en las aulas de hoy.
Las redes sociales siempre han existido en la historia
humana, pero nunca habían sido tan rápidas y eficientes en conectar a los involucrados
hasta que llega la llamada “Era de la comunicación” en esta “era” que por ahora
solo comprende 25 años desde el uso cotidiano de las computadoras con Internet y apenas prácticamente 10 del
surgimiento de las redes sociales como ahora son conocidas, ha sido tiempo suficiente para llevarnos en una
corriente muy fuerte de conectividad que
parece no tener límites, de tal modo que lo que escribimos y publicamos, en
este mismo instante puede ser compartido por otras personas literalmente al
otro lado del planeta, siempre y cuando claro esto sea relevante, (o se supone
que así sea…)
Con estas nuevas formas de relacionarnos los humanos
en teoría deberíamos compartir más conocimientos de calidad, pero es justo lo
que no ha sucedido, y la arquitectura ha sucumbido ante eso, y nos vemos
bombardeados con un exceso de información que en nuestro mundo de arquitectura
son ideas, formas, proyectos, etc. y es ahí
donde la arquitectura se empieza a mezclar con la falsedad y igual que la pornografía,
convierte a muchos ( coincidentemente jóvenes) en seguidores de modas, ismos y
starchitecs, que terminan confundiendo con lo que es en verdad la arquitectura,
navegando entre fotos idílicas y los comúnmente llamados “Renders” que muestran
que el arquitecto es un mero artista del modelado y que el más realista es el
mejor, colocando personas felices en poses que nunca tedràn en un edificio y siendo vistos en ángulos imposibles, en momentos improbables, en ese caso los animadores de PIXAR deberían de recoger Prizkets anualmente.
Tenemos entonces jóvenes estudiantes cuyas redes
sociales tienen amigos y contactos en la
misma cantidad que sitios que muestran a cada momento imágenes de arquitectura idílica
formas perfectas pero sin teoría, sin
idea, y la muestra de lo vacío del consumo es que estos mismos estudiantes
sufren de frustración al no poder generar respuestas de ese mismo nivel o
calidad, porque suponen que debería de
ser fácil , y decimos que lo suponen por que poco a poco su calidad de observación
se deteriora en la medida que consumen más y más, pareciendo cada vez más al
consumo de pornografía en tanto se disfruta momentáneamente y queda solo para
el ideal de belleza en la retina o tan lejos como puede llegar a ser un “like”
o “Compartir en tu muro”…
Pero ¿Por qué sucede esto? ¿En verdad existe un detrimento
de la calidad arquitectónica? Difícilmente; el problema no está en la inundación
de sitios de Facebook para decorar jardines, el problema es más simple, es la
ausencia de control de calidad, años atrás para mostrar nuestros diseños debíamos
pasar los filtros de revistas especializadas, crítica, etc. pero ahora basta
con crear una cuenta en minutos.
Sin embargo en todo esto tienen una gran responsabilidad
los docentes en el aula, cuando no llegan a estimular de manera tal al
estudiante que sepa que ser arquitecta o arquitecto, está en muchos momentos
muy lejos del dibujo y el color, que el diseño es vacío si no hay idea y teoría
en él, que estudiar lógica y conceptualización producen arquitectura de
calidad, y este desinterés es más serio de lo que los profesores aun imaginan,
y entre más tiempo pasen sin comprenderlo, quejándose de los tiempos
modernos y entre más tiempo pasen sin esforzarse en la clase, utilizando
materiales obsoletos, más fácil será que
los futuros arquitectos sigan compartiendo el último proyecto de Frank Ghery en sus redes sociales, aun cuando él mismo asegure : "en el mundo en que vivimos, el 98 por
ciento de los edificios que hacen son pura mierda, son malditos edificios sin
sensación ni sentido del diseño ni respeto por la humanidad".(España,
Octubre 2014)