martes, 11 de agosto de 2015

SAN SALVADOR, BRASILIA Y EL DESIERTO URBANO



Brasilia, una utopía moderna de la década de los 50`s buscaba darle una nueva capital a Brasil bajo de sueños de medio siglo, igualdad, eliminación de las clases sociales, fraternidad, y otros tantos suspiros “hippies”...
Para el “encargo del siglo” en Brasil como todos sabemos se encomendó al urbanista Lucio Costa y al Arquitecto Oscar Niemeyer, el producto es una ciudad con paisajes urbanos encantadores y avenidas espectaculares con la arquitectura monumental y escultórica de Oscar, pero a la vez vacía….
Los capitalinos se fugaron de la ciudad poco a poco formando sus propios barrios donde no era el urbanista quien les decía adónde trabajar y adonde vivir es decir formaron su propia “urbanización” sin el pecado implícito de la nueva capital: La dependencia del vehículo….



San Salvador está muy lejos de ser una ciudad trazada de la nada en una zona árida de un país en crecimiento a ser una potencia global, pero tiene el mismo pecado en sus entrañas pero por razones muy distintas, ¡el automóvil es indispensable! Pero sin tener las actividades de habitar, trabajar y/o recrearse tan distantes entre sí como el caso mencionado de la capital brasileña, ¿por qué tiene el mismo problema entonces? Una buena pregunta, acá una idea de las causas que consideramos la explicación de que esto suceda en una ciudad que es una de las más pequeñas capitales del mundo.

1. PÉSIMO TRANSPORTE PUBLICO
¿Pésimo es una palabra muy dura para nuestro problema? NO! Sufrimos un sistema de transporte caótico, desordenado, inseguro y en sumatoria ineficiente.
Tenemos calles secundarias y hasta de terciarias en donde circulan hasta cuatro diferentes rutas de autobuses, dando el mismo servicio teniendo recorridos con unidades casi vacías, no tienen regulación de horarios para dosificar la saturación de líneas, etc. Y ni hablar del triste servicio, grosero, vulgar, y agresivo, pero lo más perjudicial es que no existe un buen planeamiento de rutas de tal manera que en radios de 4 km se tenga que tomar hasta 3 autobuses del punto A al punto B

2. AUSENCIA DE CONECTIVIDAD
La ciudad tuvo un crecimiento “Natural” hasta cierto punto y por natural nos referimos a predecible, es decir, abandono del centro por las clases altas, nacimiento de suburbios, creación de nuevos “centros”, nacimiento de corredores de usos específicos que “sectorizan” la ciudad, etc. pero no se creó la conexión entre todas estas partes y crear así un todo, que no fuera el trazo vehicular. Los centros urbanos planificados quedaron cortos en su densidad y la inmigración campo-ciudad producto de la guerra civil consolido las ciudades dormitorio altamente densas y que no vieron satisfechas sus necesidades de trabajo que no fuera cruzar San Salvador entero.

3. EL VEHÍCULO COMO ELEMENTO DE SEGURIDAD
Una ciudad que tiene su actividad comercial formal y de calidad fuera del centro por el que se debe de alguna gran parte del transporte público transita a diario, es una ciudad diurna, donde la hora tope de la actividad es temprana.

Basta transitar en por el centro consolidado (incluso mas allá) de la ciudad después de las 7 u 8 de la noche, veremos que está prácticamente deshabitado, y se llega al extremo de sentirse seguro dentro de un autobús, (y eso decir mucho…) solo quien no ha caminado a las casi las 8:30 p.m. no ha experimentado tal sensación de soledad. El vehículo nos da la oportunidad de extender nuestro día, como en la revolución industrial lo hizo el alumbrado público, acá lo hace tu propio transporte. ¿De que otra manera nos transportaríamos de nuestro trabajo a otro sitio que no fuera nuestra casa, de manera segura si de paso decidimos distraernos en algún sitio entre estos dos puntos? Impensable, con una cultura de taxi muy poco desarrollada, en el San Salvador del año 2015 por lo menos…

Esto sumado a muchas decisiones políticas sobre ciudad tomadas al calor de cada periodo municipal y descuidos, fue forjando una ciudad cuyos habitantes consideran agresiva con ellos mismos, en donde una familia no cree que si su hija o hijo inicial la universidad estén seguros en la ciudad desnudos sin un carro, y con lo cual buscara la manera de resolver este problema justo con 4 ruedas, y lo más penoso es que este caso no se delimita solo a un estrato económico superior, cada vez más y más las personas ven el vehículo como una herramienta de supervivencia a una ciudad grosera y violenta con el que la camina o circula. 

Peatonalmente nuestras aceras están vacías, las aglomeraciones se ven solo en los puntos de transbordo de buses (que son cualquier esquina) se va al trabajo manejando, se sale a comer y regresa al trabajo manejando, se camina solo cuando es de verdad necesario única y exclusivamente si lo es, los espacios públicos están poco atomizados, su concentración hace que extensas zonas de la ciudad solo estén amuralladas, y desérticas.

Mientras la ciudad siga dejando concentrando comercios y servicios, cada vez más y más seremos víctimas de los congestionamientos en un desierto peatonal y riéndonos del  funcionario que dijo que nuestro problema es que "hay mucho carros en la ciudad", los siento, tiene toda la razón...







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