jueves, 28 de abril de 2016

ARAVENA AL ACEPTAR DE PRITZKER



Para refrescarnos un poco con un texto mejor escrito que los que se suele leer en este blog  tenemos acá un extracto del discurso que el arquitecto Aleandro Aravena dio al aceptar el premio Priztker 2016 que vale la pena leer entre lineas: 

"No puedo dar inicio a esta velada sin hacer mención antes a Zaha. Cuando recibimos las noticias la semana pasada, simplemente no lo podíamos creer. Como decía Rafael Iglesia, un arquitecto argentino que también falleció demasiado temprano de un ataque al corazón el año pasado, "Es siempre muy triste cuando una persona que todavía tienen mucho que ofrecer, muere de forma prematura". Desde aquí enviamos nuestras condolencias a su familia, amigos y colegas.

Zaha recibió el premio en 2004, como reconocimiento de que su trabajo significa una gran contribución a la arquitectura. Su trabajo, así como el trabajo de otros arquitectos galardonados que nos acompañan aquí esta noche, fue celebrado con este galardón como el nivel más alto al que un arquitecto puede llegar. La suma de su trabajo construye un cuerpo increíble de conocimiento que yo, como estudiante desde un lejano Chile, soñaba con poder experimentar en persona y no sólo a través de las fotografías de las escasas revistas que llegaban a este rincón del mundo. En ese tiempo, se estudiaba arquitectura en Chile a través de imágenes y fotografías. Los ganadores del Premio Pritzker, para nosotros a mediados de la década de los ochenta, no eran arquitectos; eran mitos. Y es por eso que no vi venir este premio en absoluto, ni por un segundo.

De hecho, era un sábado por la mañana, cuando recibí un mensaje de texto de Martha Thorne [Directora Ejecutiva del Premio Pritzker de Arquitectura]. Yo no trabajo los fines de semana por lo que en circunstancias normales, no habría respondido hasta el próximo lunes. Sin embargo, estaba justo terminando un texto para la Bienal de Venecia y quería deshacerme de él para poder disfrutar del fin de semana. El mensaje de Martha coincidentemente comenzaba así: "Alejandro, hola! He recibido un mensaje de la Bienal y necesito su consejo sobre el asunto. ¿Estás disponible para una breve llamada telefónica?". Pensé, no, y ahora qué! No otro problema que resolver. Tenía tantos temas que atender en relación a la Bienal, que le respondí: "Está bien, podemos hablar ahora". El teléfono sonó y ella dijo, "Hola Alejandro, no quiero tomarte demasiado tiempo. Tengo tres preguntas acerca de la Bienal". Está bien. "¿Aceptarías ser el premio Pritzker 2016?" Durante un par de segundos, si es que no fue por un minuto entero, no pude entender qué tenía que ver la pregunta con la Bienal. Mi cerebro parecía haberse golpeado contra una pared. No podía encontrarle el sentido, trataba de encontrar a conexión donde no la había. Así de inesperado fue. Cuando empecé a procesar la idea, empecé a llorar. El flujo de emociones simplemente era demasiado. Demasiada vida comprimida en un instante. Por algo como diez minutos, no tuvimos conversación alguna por teléfono. Más que sin palabras, estaba sin pensamientos. Mi mente se encontraba completamente inútil. Sólo podía sentir, no pensar.

Pensé mucho en el hecho de que la ceremonia sea en las Naciones Unidas. Qué mejor lugar para entregar un mensaje sobre cómo la arquitectura puede contribuir a mejorar la calidad del entorno construido y al hacerlo, corregir las desigualdades y mejorar la calidad de vida de las personas. Tendremos tiempo para mirar hacia el futuro, mañana aquí en la ONU, cuando con los anteriores ganadores del Pritzker debatamos sobre los desafíos que vienen. Hoy hablaré sobre el presente y sobre cómo llegué aquí. Se tratará de alegría y gratitud.

Este premio es para un equipo de trabajo. Y el trabajo en la arquitectura es una tarea colectiva. Para empezar, no es que me despierte por la mañana con un deseo irresistible de hacer, digamos, un edificio de oficinas. En la arquitectura, alguien tiene que necesitar algo y desear algo por primera vez. Sólo entonces podemos empezar a trabajar. La arquitectura lleva mucho tiempo, mucho esfuerzo, mucho dinero y energía, por lo que estamos muy agradecidos a todos los clientes que han confiado en nosotros con una gran cantidad de recursos, públicos y privados, para traducir esas necesidades y deseos en edificios.

En nuestro caso particular, no sólo el punto de partida está fuera de nosotros; el punto final también. Muchos de nuestros proyectos no son terminados por nosotros, sino por las propias familias. Por eso estamos muy agradecidos con aquellas familias que han completado y agregado sus recursos, ideas y sueños a los muros y techos que nosotros hemos fijado sólo como un marco.

La arquitectura se trata de una gran cantidad de disciplinas que se unen con el conocimiento y la experiencia para conseguir un edificio construido. No sabría cómo hacerlo por mi cuenta y sin embargo, un arquitecto tiene que ser capaz de discriminar entre cuál de los métodos es mejor que el otro. La buena voluntad y la flexibilidad profesional son cruciales para negociar con todas las fuerzas de tracción que van en direcciones opuestas en un solo edificio. Pero además, los arquitectos no construimos nuestros proyectos con nuestras propias manos; nos basamos en las habilidades de muchos otros oficios, pero aún más, en la fuerza física de los trabajadores. A todos los que soportan un trabajo duro en el emplazamiento de la obra, estamos muy agradecidos también.

En nuestro caso particular, en ELEMENTAL, proyectos, ideas, soluciones y visiones sólo aparecen mientras se piensa en voz alta, en grupo. Es un proceso creativo en equipo. Esto no es sólo un dicho o una declaración políticamente correcta. Es un hecho. Por eso creo que mis compañeros de ELEMENTAL son tan ganadores de este premio como yo; así que me gustaría invitar a ponerse de pie a Gonzalo Arteaga, Juan Ignacio Cerda, Víctor Oddo y Diego Torres. 

Pero pasamos por tiempos difíciles, escoger quedarnos no fue del todo evidente. Significó una decisión que involucró a cada una de nuestras familias. Así que quiero reconocer la importancia de las esposas y esposos que han apoyado nuestro trabajo.

Algunos de nuestros proyectos requieren una dedicación y nivel de innovación que los mercados y gobiernos no están dispuestos o preparados para soportar. Fue en 2005 cuando después de un exitoso primer proyecto en Iquique, la Quinta Monroy, teníamos otros siete proyectos en diferentes etapas de desarrollo a través de Chile: algunos en construcción, otros que seguían luchando para obtener el permiso de construcción, cuando nos quedamos si dinero. Por un año, tuvimos que trabajar gratis, porque no podíamos abandonar a las familias en mitad del proceso. Tuvimos muy poco que mostrar e incluso menos pruebas de que podríamos tener éxito. Es por esto que estamos tan agradecidos de la familia Angelini, Roberto y Maurizio, quienes confiaron en nosotros y tuvieron la confianza en que podíamos usar la arquitectura para producir un bien público. Es entonces cuando ELEMENTAL se convirtió en una empresa para hacer de nuestra contribución a la calidad de vida de las personas un esfuerzo sustentable. Gracias.

Aquellos que tuvieron la idea de contactarlos fueron Jorge Bunster, Arturo Natho y Alejandro Hormann. Estos dos últimos, (están) aquí en la sala y en nuestro directorio hasta hoy. Ellos siguen contribuyendo con preguntas inteligentes, de estrategia, financieras y administrativas que yo aún no entiendo, pero que pueden ser correctas, ya que nunca hemos necesitado dinero extra desde 2006.

Antes de convertirse en una empresa, ELEMENTAL fue una iniciativa académica. Todo comenzó cuando me invitaron a enseñar a Harvard y ése fue el llamado de Jorge Silvetti. Es posible que haya visto algo que ni siquiera yo mismo era capaz de ver. En ese entonces había construido solo un edificio y escrito un libro. En realidad, había llegado a Harvard sin tener idea sobre qué enseñar y al final usé mi propia ignorancia yauto-vergüenza como un activo. En un país donde el 60% de lo que se está construyendo utiliza algún tipo de subsidio, yo no tenía idea de lo que era un subsidio. Fue vergonzoso.

Cuando no sabes sobre algo, hay dos posibilidades: estudias o te asocias con alguien que sabe. Yo hice lo último. En una cena en Cambridge, conocí a un ingeniero en transporte que estaba haciendo su Master en la Kennedy School of Government: Andrés Iacobelli. Él tenía algo de fama porque había combinado dos atributos que raramente se encuentran juntos: era brillante y era un buen tipo. Así que la conversación comenzó con él diciendo, "Parece que la arquitectura chilena va bien, ¿no?". Y yo dije: "Sí, algo así". "Un montón de premios, ¿eh?". "Sí, un montón de reconocimiento internacional, ¿eh?". "¡Sí!" Y yo estaba llenándome de orgullo que un ingeniero reconociera a un arquitecto. Y él dijo, "pero si la arquitectura chilena es tan buena, ¿por qué la vivienda social es tan mala?".

Eso duele, pero inmediatamente después propuso, "¿por qué no hacemos algo con la vivienda social?". En mi mente de arquitecto, "hacer algo" significaba un libro, un seminario, una exhibición, y mis sueños más locos, un prototipo a escala real de una unidad (habitacional). En su mente de ingeniero, "hacer algo" significaba una compañía que debería comenzar construyendo al menos 100 unidades aceptando cada restricción de las políticas existentes -presupuesto, tamaño, tiempo- y probarle al mercado dentro de sus propias reglas. Así es cómo ELEMENTAL comenzó como un "Do Tank" y no como un "think tank".

Pero aprendí muchas más cosas de él, como pensar bien de las personas. Si alguien es exitoso, es porque él o ella hizo algo bueno, no algo malo. Esto ni siquiera se acerca a tener la actitud prevaleciente. No sé si sea una cosa chilena o cosas de arquitectos, pero la sospecha y la envidia son mucho más comunes. Y esto es algo que hasta la fecha está en el núcleo del espíritu de ELEMENTAL: No pierdas el tiempo luchando ni prestes atención a los amargos; celebra y aprende de los proactivos.

Hablando de aprendizaje, tuve la suerte de tener muy buenos profesores y muy buenos compañeros de clase en la Universidad Católica, donde estudié arquitectura. Le debo mucho a mi profesor Fernando Pérez. Él no sólo me enseñó a pensar con cuidado y a respetar el conocimiento de la historia de la arquitectura, el equilibrio de cómo ser humilde y estar seguro de sí mismo, al mismo tiempo, frente a ese conocimiento. También me dio mi primer oportunidad. Él apostó por mí para hacer mi primer proyecto: la Escuela de Matemáticas de la Universidad Católica. Teniendo en cuenta de dónde vengo, yo nunca hubiera tenido la posibilidad de obtener cualquier tipo de encargo si no fuese por la confianza ciega de alguien.

Así que después de haber retrocedido me gustaría volver al presente, que es casi en su totalidad tomada por mi esposa y mis hijos. Lo que he logrado en la arquitectura me ha permitido prestar atención a las otras dimensiones de la vida. En lugar de desarrollar la dimensión profesional a niveles inauditos e invisibles, todo este tiempo he tratando de sólo tener una vida equilibrada. Xu, Américo, Malu, y Rita. Ustedes son mi cable a la tierra; dedicando mucho tiempo a nuestra vida cotidiana y las actividades ordinarias es un gran antídoto para evitar que uno se vuelva con uno mismo. Ustedes han introducido el presente absoluto en mi vida. Aquí y ahora. Niños, ustedes me enseñan cada día a distinguir lo que importa de lo que no importa. Desde que nacieron, para distinguir lo que importa y lo que no importa en la vida se convirtió autoexplicativo. Xu, tu has sido generosa e iluminadora. Si no fuera por ti, mi vida sería más pobre y menos divertida. Me has obligado a desarrollarme. Gracias a mi familia, he dedicado menos tiempo a la arquitectura y más tiempo a la vida.

Sin embargo, para regresar un poco a la arquitectura, lo que los arquitectos modelan no son ladrillos o piedras o acero o madera, sino la vida misma. La arquitectura se trata de dar forma a los lugares donde viven las personas. No es más complicado que eso, pero también no más simple que eso. Y la vida va de necesidades muy básicas a deseos muy profundos, de actividades ordinarias a eventos extraordinarios, desde el ser mismo a lo colectivo. Así que supongo que es por eso que debemos tener una vida en primer lugar; conocer el tema que estamos tratando de acoger, cuidar y mejorar, es una necesidad.

Mis disculpas por haberme tomado tanto tiempo, pero creo que estaba intentando, quizás de manera egoísta, hacer durar este maravilloso momento. Muchas gracias."

Alejandro Aravena, 4 de Abril de 2016


domingo, 24 de abril de 2016

EL ARQUITECTO COMODO



He escuchado muchas veces arquitectos que piensan que lo mejor que les puede pasar a sus hijos, existentes o no, es alejarse lo mas posible del papel, un marcador, pegamento y muchos dibujos con colores, so riesgo de adentrarse en el diseño, quedar atrapado en él, y terminar deseando ser arquitectos con el agravante de ser salvadoreños en El Salvador; su miedo (por que lo es) ¿Está justificado? Creo que sí. ¿Es una mala decisión ser arquitecto en este país? Tal vez. ¿Está todo perdido? No!
Veamos, este texto algo pesimista, refleja mucha de la realidad que los profesionales de la arquitectura pasan en este país, ausencia de trabajo calificado, una industria de la construcción entendida como tal, que solo construye, un gobierno que no tiene idea de su papel en el desarrollo de las ciudad, clientes escasos y muy mal educados estéticamente, y un sector de diseño y construcción de calidad cuyo tamaño suena a ridículo. En este mundo que hacen los arquitectos? Muchos aceptan trabajos de baja calificación, otros viven de la burocracia tramitando de oficina en oficina (nada los diferencia del burócrata que sella en una ventanilla), otros buscan refugio en las aulas y pelean con todos sus dientes por no ser desalojados de ahí, muchos terminan de residentes de construcción y deberán de olvidar que alguna vez soñaron en diseñar, y algunos llegan al paraíso del trabajo gubernamental donde se terminan perdiendo en un mar de documentos y polvo, así los arquitectos que tienen una oficina, reciben clientes, cobran por diseñar, serán contados con los dedos de ambas manos y sobrarán, en definitiva, menos de 10 personas hacen el trabajo por el que todos estudiamos y la cuenta de arquitectos va arriba de 3,000!!

Ante esto decir: “ Este país no es para arquitectos” es muy fácil, es una posición muy simple que tomar, y de la cual defendemos a nuestros hijos o los que vendrán, pero de esta visión fatalista surge una verdad lapidaria: Los arquitectos salvadoreños son cómodos.

¿Sabrán a la perfección los arquitectos en este país para quienes trabajamos? Creo que no, creo muy convencido que los profesionales de la arquitectura acá están muy mal educados por profesores universitarios con un gran problema a cuestas, la gran mayoría no construye, no tienen clientes, muchos nunca salieron de las paredes de la universidad al graduarse y siguen ahi, otro consideran experiencia valida ir de congreso en congreso representando a una universidad, otros usan el aula como un sitio para desaburrirse, de lo monótono que puede resultar un puesto en  ministerio con un escritorio metálico y ningun profesor universitario en este país (casi me atrevo a asegurar) toma el fin de semana para diseñando una idea que pueda llevar en su cabeza por meses y que desee de alguna forma ver físicamente algún día, incluso escribir un Blog como este es un acto extraño. 

Esto creo que se debe a que la mayoría desconoce en esencia a quienes nos debemos, no comprendemos que escogimos una carrera que debe “resolver problemas” y nada más, y los problemas que hemos de resolver son acerca de personas y los espacios que han de habitar, visto de esta manera, el mercado de clientes explota exponencialmente! Entender esto diferente no significa que mañana tocaran nuestra puerta encargando trabajos pero si modifica nuestra actitud hacia ellos, por ejemplo, si remodelo una casa en una zona populosa de renta baja y creo que es mi deber dar lo mejor de mí, diseñando con ánimo y detalle, tendré un resultado poderoso, que realmente cambie la forma de vivir un espacio, eso será notado por quien lo habite y por quien lo visite, el producto arquitectónico, debe de ser dulce y demostrar calidad en su idea. 

Un arquitecto que remodele una casa sintiendo que solo es una forma de cumplir sus gastos angustiantes mientras el mundo lo descubre y le permiten diseñar una obra maestra esobre una cascada  o a las orillas de una idílica playa, desde antes de trazar una línea en el papel ya inicio perdiendo, la arrogancia nos mata, nos engulle en una visión falsa de lo que es ser un diseñador y nos arruina, pero de todo esto tendrán culpa tanto  los profesores universitarios que tuvimos como nosotros mismo, por creer todo lo que nos plantearon y nunca leer arquitectura. 

Se publicaron unas conversaciones y ponencia en libro “Modern Architecture” en las que Frank Lloyd Wright decía: “ Considera tan importante construir un gallinero como una catedral, el carácter puede ser grande el lo pequeño y pequeño en lo grande” En otras palabras: Puede haber mucha pasión y belleza en una obra al parecer sin importancia y mucho vacío y sinsentido en una gran construcción. 

Así pues un joven arquitecto que valientemente haya decidido ejercer su carrera de manera independiente tendrá ante si muchas opiniones negativas de los que sensatamente prefieren trabajar de manera mas estable, y eso no es necesariamente un error, la mayoría de los casos un trabajo formal en una oficina es la  idea mas racional de alimentar una familia, pero si las condiciones se dan para trabajar proyectos independientes nuestro joven arquitecto, deberá remodelar muchos baños, pintar cocheras, hacer puertas, instalar ventanas, etc siendo estos cada uno para un cliente diferente, pero deberá de poner todo el deseo por dar una solución arquitectónica de valor o renegar cada vez y eso es muy cansado.

Un arquitecto que valore el diseño no puede ocultarlo al propocionarlo con pasión en proyectos que no servirán a un solo cliente élite que tanto añoran muchísimos otros profesionales.


Jardin de infantes Popotlán Apopa. Arq. Leonel Aviles


Entender que nos debemos a los demas es la clave, sacar de nuestra cabeza que los clientes que nos merecemos son ricos con deseos de una casa en el lago, o centros recreativos con necesidad de un bar en un acantilado, olvidemos a nuestros maestros de alguna forma si es que no nos enseñaron que nuestro deber es dar arquitectura a la gente.

Mientras estemos remodelando un baño, ideemos  la nueva casa comunal, diseñemos las nuevas baterías de baños públicos, resolvamos con belleza el problema de una familia con un lote de 5x7 metros en medio de un barrio de clase baja, dediquemos nuestro tiempo a pensar en espacio publico, escribamos,  tomemos en serio cada trabajo, y como también decía nuevamente Frank Lloyd: "En la arquitectura el trabajo debe de buscar al arquitecto..." pero lo falto agregar que no buscará a los cómodos. 
Por que será larga la espera para aquel que crea que tocarán su puerta pidiendo una capilla como la de Cardedeu (cuya mayor belleza se puede ver solo estando montado o siendo un dron) solo por que posee el titulo de arquitecto, sigue siendo mas fácil diseñar algo así que una casa para un obrero.

Se que suena a absurdo cuando se requiere pagar las cuentas, pero quien lo sienta así, vera lo increíble que es que en este país con lo problemático que es, el trabajo si busca a los arquitectos.

Hay trabajo, pero solo para los buenos y desafortunadamente estamos rodeados de cómodos...





sábado, 23 de abril de 2016

EL PERFECTO CHIVO EXPIATORIO Y DEFENDER LO INDEFENDIBLE




El antiguo pueblo israelita en cierta época del año, juntaba dos chivos (el joven macho de la cabra) y echando a la suerte sacrificaban uno y el otro cargaba con todos los pecados del pueblo, dejando a este libre y sin culpas, seguramente el chivo no hacía nada por merecer tal trato y menos para cargar con la culpa de todos, con el tiempo se utilizó con mucha certeza el término “chivo expiatorio” cuando alguien es acusado injustamente y para fines practico termina siendo el culpable al final.

En nuestro país existe la costumbre de exagerar en esta figura, y últimamente han existido dos particularmente buenas opciones para cargar nuestras culpas: El Cambio Climático y la ANDA. Figuritas!

Pero resulta que somos injustos con estos dos chivitos! Si, injustos! Casi todo lo malo que pasa es culpa de estos dos. Pero ahora nos referiremos a ANDA y como todos se ha convertido en el recipiente de todas nuestras frustraciones y errores del pasado sin estar interesados en reconocerlos.

Primero he de aclarar algo: Cobrar el servicio de agua de un mes sin servir una gota de agua, es inaceptable, en eso ANDA ha demostrado ser desastrosa en la administración así como no reparar fugas de más de un mes, otra vez inaceptable! Pero de no poder servir agua no están culpable, por difícil que sea digerir estas palabras, pero veamos.

Últimamente he visto con la declaratoria de emergencia de agua muchas personas haciendo cuentas fáciles de cuánta agua llueve en El Salvador y que en base a ese análisis tan simple decimos que el Gobiernos nos engaña, eso es pensar muy fácil.

Este país durante muchos años dejo crecer la ciudad de manera absurda y se impermeabilizaron mies y miles de metros cuadrados, con todos los permisos posibles, se dejó crecer de manera “indecente” las urbanizaciones hasta el punto de crear colmenas humanas, casi cada gota que cae de lluvia no encuentra tierra y es enviada al rio y luego al mar.

En un desierto de concreto los microclimas son agobiantes, y al crecer horizontalmente hasta donde la vista se pierde son miles de metros de tuberías a llenar con agua y presión consumiendo cada vez más y más energía en lograrlo, pero al final al no tener agua para muchos se culpa a ANDA así de simple, NO ES JUSTO! 



Veamos el caso de áreas urbanas con la misma área y aproximadamente la misma densidad, colonia Zacamil y Urbanización Bosques de la Paz.

Porción de urbanización Bosques de La Paz Ilopango

Porción de centro urbano Zacamil, Mejicanos

Con aproximadamente 900 familias y casi 2 km2 es una clara muestra de dos formas de pensar la vivienda casi mínima y decimos casi porque en este país vulgarmente la vivienda mínima raya con lo inhumano.

Es evidente la gran diferencia en ambos casos en la relación de lo habitable y lo arborizado, es tan claro como su equipamiento en deporte y recreación así como su conectividad a las vías de transporte, etc.

De los dos ejemplos separados por casi 40 años de conteniendo aproximadamente 4,000 personas cabe preguntarnos:

¿Proporcionan la misma calidad de vida? No.

¿Tienen el mismo nivel de infiltración de lluvia? No 

¿Para el mismo número de familias tienen el mismo número de acometidas? No

¿Tienen ambos casos los mismos metros de tuberías para agua potable? No 

¿Existe un micro clima agradable a los usuarios en ambos casos? No

¿Las relaciones sociales entre personas son las mismas? No

Con solo observar las imágenes vemos que el uso de la vivienda en vertical conlleva beneficios que no siempre vemos, como en el caso de la “Súper Manzana” y así podríamos seguir dejando en claro que una administración del suelo es una variable fundamental para entender el problema de suministro de agua que enfrenta ANDA. No será fácil ni posible entregar agua de calidad y suficiente a una ciudad que crece sin una administración lógica del suelo, y en eso tuvo mucha culpa el estado al dejar de lado la planificación urbana y permitir que los privados desarrollaran a su completo antojo colonias tras colonias, algún día esto estallaría! Pero ahora la culpable es ANDA, ningún viceministro de vivienda de gobiernos pasados asoma su cabeza.

El Cambio Climático existe y con fuerza, pero solo es el detonados y acelerador de un problema que estuvo por años dando señales de problemas y que tiene un montón de padres y madres, la escasez de agua es algo de más de 15 años pero a alguien le tenía que reventar en las manos, y en eso ANDA nos queda perfecta como chivo expiatorio, de todas maneras ya es ineficiente en muchas otras cosas. No seamos tan injustos con el chivito….

P.D. : No llegaremos lejos con ministros de historieta, la que no comerá pupusas por un tiempo es una tristeza de gestión…