domingo, 24 de abril de 2016

EL ARQUITECTO COMODO



He escuchado muchas veces arquitectos que piensan que lo mejor que les puede pasar a sus hijos, existentes o no, es alejarse lo mas posible del papel, un marcador, pegamento y muchos dibujos con colores, so riesgo de adentrarse en el diseño, quedar atrapado en él, y terminar deseando ser arquitectos con el agravante de ser salvadoreños en El Salvador; su miedo (por que lo es) ¿Está justificado? Creo que sí. ¿Es una mala decisión ser arquitecto en este país? Tal vez. ¿Está todo perdido? No!
Veamos, este texto algo pesimista, refleja mucha de la realidad que los profesionales de la arquitectura pasan en este país, ausencia de trabajo calificado, una industria de la construcción entendida como tal, que solo construye, un gobierno que no tiene idea de su papel en el desarrollo de las ciudad, clientes escasos y muy mal educados estéticamente, y un sector de diseño y construcción de calidad cuyo tamaño suena a ridículo. En este mundo que hacen los arquitectos? Muchos aceptan trabajos de baja calificación, otros viven de la burocracia tramitando de oficina en oficina (nada los diferencia del burócrata que sella en una ventanilla), otros buscan refugio en las aulas y pelean con todos sus dientes por no ser desalojados de ahí, muchos terminan de residentes de construcción y deberán de olvidar que alguna vez soñaron en diseñar, y algunos llegan al paraíso del trabajo gubernamental donde se terminan perdiendo en un mar de documentos y polvo, así los arquitectos que tienen una oficina, reciben clientes, cobran por diseñar, serán contados con los dedos de ambas manos y sobrarán, en definitiva, menos de 10 personas hacen el trabajo por el que todos estudiamos y la cuenta de arquitectos va arriba de 3,000!!

Ante esto decir: “ Este país no es para arquitectos” es muy fácil, es una posición muy simple que tomar, y de la cual defendemos a nuestros hijos o los que vendrán, pero de esta visión fatalista surge una verdad lapidaria: Los arquitectos salvadoreños son cómodos.

¿Sabrán a la perfección los arquitectos en este país para quienes trabajamos? Creo que no, creo muy convencido que los profesionales de la arquitectura acá están muy mal educados por profesores universitarios con un gran problema a cuestas, la gran mayoría no construye, no tienen clientes, muchos nunca salieron de las paredes de la universidad al graduarse y siguen ahi, otro consideran experiencia valida ir de congreso en congreso representando a una universidad, otros usan el aula como un sitio para desaburrirse, de lo monótono que puede resultar un puesto en  ministerio con un escritorio metálico y ningun profesor universitario en este país (casi me atrevo a asegurar) toma el fin de semana para diseñando una idea que pueda llevar en su cabeza por meses y que desee de alguna forma ver físicamente algún día, incluso escribir un Blog como este es un acto extraño. 

Esto creo que se debe a que la mayoría desconoce en esencia a quienes nos debemos, no comprendemos que escogimos una carrera que debe “resolver problemas” y nada más, y los problemas que hemos de resolver son acerca de personas y los espacios que han de habitar, visto de esta manera, el mercado de clientes explota exponencialmente! Entender esto diferente no significa que mañana tocaran nuestra puerta encargando trabajos pero si modifica nuestra actitud hacia ellos, por ejemplo, si remodelo una casa en una zona populosa de renta baja y creo que es mi deber dar lo mejor de mí, diseñando con ánimo y detalle, tendré un resultado poderoso, que realmente cambie la forma de vivir un espacio, eso será notado por quien lo habite y por quien lo visite, el producto arquitectónico, debe de ser dulce y demostrar calidad en su idea. 

Un arquitecto que remodele una casa sintiendo que solo es una forma de cumplir sus gastos angustiantes mientras el mundo lo descubre y le permiten diseñar una obra maestra esobre una cascada  o a las orillas de una idílica playa, desde antes de trazar una línea en el papel ya inicio perdiendo, la arrogancia nos mata, nos engulle en una visión falsa de lo que es ser un diseñador y nos arruina, pero de todo esto tendrán culpa tanto  los profesores universitarios que tuvimos como nosotros mismo, por creer todo lo que nos plantearon y nunca leer arquitectura. 

Se publicaron unas conversaciones y ponencia en libro “Modern Architecture” en las que Frank Lloyd Wright decía: “ Considera tan importante construir un gallinero como una catedral, el carácter puede ser grande el lo pequeño y pequeño en lo grande” En otras palabras: Puede haber mucha pasión y belleza en una obra al parecer sin importancia y mucho vacío y sinsentido en una gran construcción. 

Así pues un joven arquitecto que valientemente haya decidido ejercer su carrera de manera independiente tendrá ante si muchas opiniones negativas de los que sensatamente prefieren trabajar de manera mas estable, y eso no es necesariamente un error, la mayoría de los casos un trabajo formal en una oficina es la  idea mas racional de alimentar una familia, pero si las condiciones se dan para trabajar proyectos independientes nuestro joven arquitecto, deberá remodelar muchos baños, pintar cocheras, hacer puertas, instalar ventanas, etc siendo estos cada uno para un cliente diferente, pero deberá de poner todo el deseo por dar una solución arquitectónica de valor o renegar cada vez y eso es muy cansado.

Un arquitecto que valore el diseño no puede ocultarlo al propocionarlo con pasión en proyectos que no servirán a un solo cliente élite que tanto añoran muchísimos otros profesionales.


Jardin de infantes Popotlán Apopa. Arq. Leonel Aviles


Entender que nos debemos a los demas es la clave, sacar de nuestra cabeza que los clientes que nos merecemos son ricos con deseos de una casa en el lago, o centros recreativos con necesidad de un bar en un acantilado, olvidemos a nuestros maestros de alguna forma si es que no nos enseñaron que nuestro deber es dar arquitectura a la gente.

Mientras estemos remodelando un baño, ideemos  la nueva casa comunal, diseñemos las nuevas baterías de baños públicos, resolvamos con belleza el problema de una familia con un lote de 5x7 metros en medio de un barrio de clase baja, dediquemos nuestro tiempo a pensar en espacio publico, escribamos,  tomemos en serio cada trabajo, y como también decía nuevamente Frank Lloyd: "En la arquitectura el trabajo debe de buscar al arquitecto..." pero lo falto agregar que no buscará a los cómodos. 
Por que será larga la espera para aquel que crea que tocarán su puerta pidiendo una capilla como la de Cardedeu (cuya mayor belleza se puede ver solo estando montado o siendo un dron) solo por que posee el titulo de arquitecto, sigue siendo mas fácil diseñar algo así que una casa para un obrero.

Se que suena a absurdo cuando se requiere pagar las cuentas, pero quien lo sienta así, vera lo increíble que es que en este país con lo problemático que es, el trabajo si busca a los arquitectos.

Hay trabajo, pero solo para los buenos y desafortunadamente estamos rodeados de cómodos...





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