miércoles, 30 de diciembre de 2015

EL EDIFICIO Y LOS ECO-AMIGOS DEL PLANETA



Durante una presentación en un aula universitaria, mostrando la imagen de un edificio en San Salvador, cuyas fachadas son completamente de vidrio lancé la pregunta a los estudiantes, sobre si este podría ser considerado un edificio “amigable” con el medio ambiente, la respuesta fue más bien tibia, pero en su mayoría mostraban duda sobre esta calificación, o de opinar con seguridad, todo cambió radicalmente cuando agregué el dato de que se presume que dicho edificio, consume en un día la energía equivalente a un pequeño pueblo en el mismo lapso de tiempo, y eso solo para lograr “enfriarlo” y volverlo un sitio donde se es posible trabajar, con este comentario, la respuesta fue unánime y contundente sobre que era un edificio no “amigable”, entonces lance una segunda pregunta sobre ¿Qué pasaría si se le colocan celdas fotovoltaicas a ese mismo edificio para que así consiga su propia energía, en este caso de la irradiación solar? ¿Lo considerarían amigable? Esta vez respondieron igual de convencidos de que ahora sí lo era, pero terminaron sorprendidos ante mi conclusión de que eso, aún lo seguía manteniendo dentro de la categoría de “enemigo” ambiental.

Este edificio no debió ser diseñado ni construido, así, desde su nacimiento era una edificio "adicto" al consumo de energía, tapizarlo de celdas fotovoltaicas lo hace "tecnológico" no "sustentable"

Esta confusión es entendible, en la actualidad conceptos como “amigable con el medio ambiente” son utilizados cada vez más popularmente, asumiendo que es siempre una referencia a si algo en su funcionamiento, o fabricación respeta normas básicas de reducción de desechos, consumo coherente de energía, re-utilización de materiales etc.

En algún momento esto, se trasladó a la arquitectura, calificando así a las construcciones amigas o no, del medio ambiente. Pero en la arquitectura estos términos no existen como conceptos establecidos y fundamentados sólidamente, y sucede así con otros como: Arquitectura Verde, Bio-Arquitectura, Arquitectura Ecológica, entre otras, que si bien es cierto podríamos encontrar conceptualizaciones de ellas no serán estas poseedoras de una base teórica fuerte apoyada por escuelas o movimientos formalmente establecidos, (es decir que no encontrarás una definición de Gropius) incluso su uso es más bien potenciado en ocasiones solo con intenciones comerciales, por ejemplo en la promoción de nuevos desarrollos residenciales que prometen un ambiente atractivo y “natural” gracias al uso de la “Arquitectura Verde y Eco-amigable” .Lo siento, esto no existe.

Pero además de existir conceptos débiles en su fundamentación, también existen los que son confundidos, generalmente sin mala intención, entre estos están, La Arquitectura Sustentable y La Arquitectura Sostenible, con el agravante que estos suelen ser mal utilizados con cada vez más frecuencia en las aulas.

Su primera gran diferencia es etimológica cuando hablamos de lo Sustentable, nos referimos al sustento, alimento, consumo, gasto, energía, etc. y al hacerlo sobre lo Sostenible, nos referimos al soporte, apoyo, sostén, continuidad, permanencia, etc. Como característica distintiva inicial y evidente podemos decir que la sostenibilidad tiene un alto enfoque en el tiempo y la sustentabilidad más en el recurso. 

La Sustentabilidad  en la arquitectura se define en una escala micro, sus actores son individuos y su producto es una obra física construida,- CASA-  mientras que  La Sostenibilidad se establece en una escala macro, con actores institucionales  y cuyo producto se convierten en políticas y reglamentos -CIUDAD-.

Las universidades han abandonado poco a poco, la idea de enseñar mas profundamente la teoría e historia de la arquitectura, solo eso explica que los estudiantes piensen que las casas con plantas en su cubierta, paredes sinuosas entre otras cosas,  las integra al ambiente!, Absurdo! (efecto facebook)



Una obra arquitectónica sustentable en pocas palabras es una  adaptada a su entorno, integrada a el, (esto roza el organicismo estético) reduce el consumo de sus requerimientos, aprovechando de la mejor forma lo que le rodea, volviéndose parte de un "ecosistema" y esto no solo es formal, también en lo económico, social, etc.

La integración con el entorno es  algo complejo y multinivel,  la reducción de su huella ambiental es mas que hacer una casa de botellas recicladas, y requiere mucho mas que un post, pero no tener una base solida de teoría es lo que permite que se pasen por alto muy fácilmente nuestras propias etapas históricas sobre sostenibilidad y planeamientos urbanos con filosofías ricas que pudieron dar a San Salvador por ejemplo otra opción diferente a lo que es ahora como ciudad decadente. No cuidamos ni procuramos su sostenibilidad cuando debimos...

Centro Urbano Zacamil


                                                                                       Centro Urbano Monserrat

El abandono a la teoría, hace que cada año salgan de las universidades mas  y mas profesionales, que que no "leen" arquitectura ni ciudad (ya hemos insistido en este blog sobre eso) que no defiendan lo logrado, ni propongan soluciones reales a las ciudades

Hasta que no diseñemos entendiendo eso no volveremos a ver por nuestros lados, arquitectura integrada a su entorno de manera  soberbia.


Turicentro Los Chorros.







martes, 27 de octubre de 2015

EL SILENCIO EN TU DISEÑO Y BOUNARROTI EN LA PLAZA LIBERTAD



Walter Benjamín crítico literario alemán decía ya en los años 30`S que “ Para cualquier niño educado en la algarabía de la señales, iba a resultarle duro sino imposible encontrar el camino de vuelta al silencio que exige un libro…” lo que nunca supo era la altura de su profecía, nunca imaginó lo precisas que serían sus palabras ya para el inicio de la segunda década del siglo XXI, las señales a las que se refería eran los inicios la publicidad en revistas y la televisión, actualmente es la imagen e información en Internet, tan efímera y tan rápida de ver y desechar.
Benjamín parecía añorar el regreso de los niños a los libros y hablaba del silencio, ese que pareciera llevarte a contemplar.

En la arquitectura mucho se ha hablado sobre los “elementos de diseño” y en las aulas de arquitectura  se bombardea al estudiante  con ideas abstractas que luego pedimos  volver físicas y evidentes, y no es necesario decir que no es algo fácil.

Con el tiempo y pasando paginas a la izquierda vamos observando que los grandes exponentes de la arquitectura usan exactamente los mismos elementos en sus diseños (los buenos) pero poco a poco se van poniendo más intensos, mas filosóficos, esa arquitectura de obras pensadas metafísicamente resulta ser siempre arquitectura de la mayor calidad y ya acostumbrados a creer que eso solo sucede en países y sociedades fuera de nuestro universo social posible, imaginamos que nunca tendremos la posibilidad de vivir espacialmente una obra poderosa a los sentidos, pero nos equivocamos, Miguel Ángel Bounarroti paseó por el centro de San Salvador y pudo ser la única vez que eso sucedió, pero sucedió…

Robert Hughes crítico de arte, decía que una obra no debería de necesitar a su autor al lado explicándola, y en el corazón de San Salvador el escultor Rubén Martínez creo una iglesia que cada vez que la visito me explica ella  misma algo nuevo, siempre, la iglesia del El Rosario frente a la plaza Libertad es un edificio sublime, una especie de mole vacía de concreto que pareciera un pez gigante que emerge del agua y atrapa una bocanada de aire y queda congelada en el acto, ese aire atrapado es espacio, espacio congelado y atrapado para nosotros, esa iglesia es espacio, espacio encerrado en una estructura, de materiales francos, vivos, toscos, sencillos, pobres y  sin opulencias ni grandes deseos de grandeza, en esencia salvadoreños.

Miguel Ángel Bounarroti, el gran escultor italiano  convertido a pintor de la capilla Sixtina tuvo en sus manos exactamente el mismo dilema de Rubén Martínez, el mismo.

Durante siglos la representación de lo divino fue un reto en lo simbólico, la trinidad cristiana se valía del egocentrismo humano y daba figura masculina a Dios Padre y Dios hijo, pero el Espíritu Santo fue un problema, muchos dieron solución a esto en arte durante siglos pero fue Miguel Ángel quien dio la mejor, nada, el vacío.

En el techo de la capilla Sixtina el pintor (que veía como escultura) mostró al papa Julio II su idea de la vida y del espíritu santo creándola, ubicó la figura de un Creador severo dando vida a un Adán placido, extendiendo ambos sus manos y sus dedos índices, pero ahí el pintor dejo el espacio, jamás se tocan, no hay nada entre ellos y deja al espectador imaginando que sucede, y lo hace creer en lo que no es visible a sus ojos.


Muchos siglos después Rubén Martínez da su versión del Espíritu Santo en u obra y recurre al vacío entre las dos grande culatas de su edificio, que no poseen columnas que interrumpan nada al espectador, en una pared coloca con un juego soberbio de vidrios incrustado un enorme ojo que “todo lo ve” que representa al padre, y frente a él a su hijo crucificado, es entonces cuando ese  pequeño espacio entre los dedos de Adán y el creador es expandido y se habita, se usa pero no deja de ser un vacío, y acá este se pinta de colores etéreos de luz que es intangible pero ahí está, existe pero no puede ser dominada, ni detenida, solo se puede dejar que te toque como usuario, y esta es la fenomenal idea del diseñador, hace el vacío un elemento del edificio, logrando con esto una obra arquitectónica que al mismo tiempo es una obra en movimiento constante, una idea que se representa a cada uno de los segundos en que se usa como escultura cinética de Calder.

Martinez evidencia su alma escultórica proponiendo vivir una escultura por dentro, con todo el misticismo posible, uno bien logrado, dulce al ojo, en el que todo lo que contiene parece liviano, transparente en silencio y justo en su lugar. 

En la arquitectura lograr la abstracción lo es todo, la propuesta de un diseño cuando es significativo debe de llevar simbolismo, debe de ser una idea que fue digerida en la cabeza del creador una y otra vez, y es acá donde somos a veces atrevidos al definir la arquitectura como un arte, cuando no pensamos como artistas y tal vez deberíamos hacerlo.

Un diseñador (de cualquier área) que pueda ver más allá de su propio trazo y pueda despojarse de lo cotidiano encontrará productos poéticos y memorables y para esto es el aula el mejor lugar  para lograrlo, siempre y cuando el profesor entienda que el vacío existe y lo promueva.

miércoles, 21 de octubre de 2015

UN POCO DE BLASFEMIA PARA ADEREZAR EL MES ARQUITECTONICO



Cuando estudiamos una carrera universitaria, en los primeros años tendemos a enamorarnos de quienes en los libros sentaron las bases de lo que ahora estudiamos, es así como los estudiantes de química se encantan con Curie, los de derecho con Robespierre, y los jóvenes informáticos con Alan Turing, pero todo esto va cambiando poco a poco mientras los ciclos se van acumulando y el espíritu crítico se va formando en los jóvenes y van viendo a estos héroes iniciales solo como lo que son, célebres personas que al mismo tiempo que podían ser referentes en su materia también podían no acercarse a la verdad en muchas formas, pero algo curioso sucede en la arquitectura con uno de estos personajes, Jeanneret- Gris el mítico Le Corbusier.

Las redes sociales están inundadas de frases, trazos, memes, e imágenes del arquitecto suizo, y teniendo en cuenta la forma en que esto permea las mentes de jóvenes  arquitectos en potencia en nuestro tiempo, poco a poco este se convierte en un icono de algo difuso, e inentendible pero icono al final, como la imagen universal de rebeldía que representa la fotografía de Ernesto Guevara inmortalizada por Alberto Díaz.

Es así como Le Corbusier (por lo menos en nuestras latitudes) se vuelve una imagen que automáticamente te lleva a pensar que es ese el sueño a alcanzar, y que nuevamente evidencia lo poco que entendemos la arquitectura por no “leerla”, diremos pues que no hay que tener miedo de decir: “YO NO QUIERO SER COMO LE CORBUSIER…”

Y eso es el razonamiento del título de este comentario, hacer eso puede sonar a oídos castos una real blasfemia arquitectónica! so pena de caer en las garras (oídos) de un par de arquitectos que funjan como una comisión inquisidora en cualquier escuela local de arquitectura. Me atreveré entonces a decir que poner a Le Corbusier en pedestal divino es un error, o por lo menos un acto desatinado.

Jeanneret pertenece a un grupo afortunado en un momento histórico afortunado, el movimiento moderno se presenta al mundo en la primera mitad del siglo XX, y es Philip Johnson y Rusell quienes lo nombran “Estilo Internacional” pero no es Le Corbusier quien en verdad sienta sus bases, ese es más mérito de otros que no pasan las mismas glorias de este. La historia arquitectónica (contada por arquitectos) no dan siempre el valor necesario a personajes como Loos, Gropius y el mismo Mondrain desde De Stijl.

Le Corbusier si es un personaje q deja claro sus intenciones, de falta de definición no podremos acusarlo, su obra arquitectónica siempre deseaba decir y proclamar algo, era un hombre definido. La Villa Saboye es eso, su manifiesto, con los 5 componente de la nueva arquitectura, pero no dejaba de ser una idea solitaria en su propia visión, sus defensores consideran la Capilla Ronchamp, la prueba de que no era una mente “encasillada” en las líneas rectas, esta en verdad es una obra hermosa pero está lejos de ser una “prueba” de nada.

Le Corbusier es ante todo un utópico, y por eso es afortuna de haber existido en el tiempo q existió, el representa el ala más soñadora del movimiento moderno, si bien es cierto la vanguardia arquitectónica siempre será un sitio de soñadores, otros en su momento supieron entender y leer el movimiento y dieron su versión más honesta formalmente hablando y quien más sobresalió en eso fue Louis Kahn, quien no tiene su merecido puesto en el panteón arquitectónico.

La utopía es una idea que endulza a los arquitectos que tocan el cielo de la fama o por lo menos eso era así en el siglo pasado antes de que surgieran los Starchitecs, que piensan solo en si mismos y su nombre. Y fueron estas ideas sobre la utopía el fallo Le Corbusier, sus manifiestos siempre giraron alrededor de la ciudad, sus ideas siempre fueron macros, y en esto olvido al hombre, a la persona, creyó que podía educarlos en el uso de la ciudad perfecta, supuso que las personas necesitaban que les diera la ciudad ideal y ellos la usarían desde el primer momento felices, miraba los espacios y las los edificios de apartamentos como “maquinas de habitar”, no comprendía la fascinación de las personas por el mobiliario casi victoriano, simplemente no los comprendía.

La mayor y más grande prueba de su divorcio de la idea de que los usuarios tienen libertad es la Unidad de Habitacion de Marsella, una mole de concreto que ponía a prueba su idea de Modulor que buscaba dar escala humana a lo diseñado, pero que entendía también al humano como un ser irónicamente no urbano, Le Corbusier pretendía que las personas hicieran todo en su edificio excepto transportase y trabajar, suponía que bastaba con hacer un techo agradable y útil para que las personas no desearan salir nunca de el, ideo zonas de comercio dentro del edificio que las personas apenas utilizaron, sus espacios habitacionales son apenas mayores algunos que armarios, con distribuciones de pasillos que a veces parecen interminables, simplemente las personas deseaban salir de él y vivir el exterior.


 Le Corbusier planeaba la ciudad como edificios tan separados entre si que las avenidas serian gigantescas y que en el futuro cada uno de nosotros iríamos al trabajo en nuestro propio avión por lo tanto necesitaríamos pistas de aterrizaje.
Quienes siguieron estas ideas como directrices divinas parieron proyectos que históricamente serán recordados como errores descomunales, como lo son Brasilia y Chandigarh. Afortunadamente otros no siguieron las ideas, porque de haber sido así el Plan para París habría acabado con la ciudad Luz misa. 
Le Corbusier era genial? Si! Pero su aporte justamente deberá quedar en la historia como una de las grandes mentes en la arquitectura, su amor por la utopía es fenomenal y loable, pero no el más grande arquitecto, no cuando otros, vieron el movimiento moderno y su frialdad inicial la llevaron a niveles sublimes de experiencias espaciales únicas, como las obras de quien ya mencionamos, Louis Kahn.

Si rechazar a Le Corbusier es una idea acertada o un disparate de mi parte la discusión y el debate lo dirá, y el debate es el motor del conocimiento, poner en duda todo y no creer nada a la primera.

El producto arquitectónico debe de centrarse en la persona, Le Corbusier lo entendía, y sus cartas lo enfatizan pero hay que entender a la persona como un ente que decide y razona, el arquitecto no es nada parecido a un dios que designa lo mejor para el humano que ve como usuario, el pecado de Le Corbusier fue no creer que las personas deciden, vio lo urbano como un sistema que presindia de los anhelos humanos, ese pecado es popular entre los arquitectos y puede cambiar de escala, hasta llegar a nosotros, cuando diseñamos espacios pretendiendo “educar” a las personas, sin pensar en ellas, no es absurdo ni irreal vemos esto en nuestra propia ciudad, en lo que se refiere a los mercados municipales como un ejemplo, si, los mercados, como ejemplo de pecados Le Corbusianos (si el termino existe) cuyos diseños son soberbios pero la personas no se sienten bien en ellos, pero eso será un tema interesante para una próxima entrada…. 

Pd. Este mes celebramos en este país el día del Arquitecto, no comentare si es significativa esa fecha, pero curioso si es que también se celebre alrededor del mundo justo ese día el día internacional contra el dolor, en este país duele, amar la arquitectura….

lunes, 7 de septiembre de 2015

DE COMO EL GRINCH SE ROBA UNA CIUDAD Y DE QUE FORMA SE USA EL ESPACIO PUBLICO



La ciudad de Guayaquil en Ecuador fue durante la época de la colonia española, un importante punto de entrada para la exploración y administración del imperio desde el corredor pacifico, por ser uno de los principales astilleros que garantizaba el mantenimiento, y renovación de la flota mercante y militar de los barcos que navegaron de punta a punta la línea costera pacifica de toda América, ya a Pizarro se le escribía sobre la entrada a tierra por el “Manso Guayas”, el río que atraviesa a la ahora moderna ciudad, esta importancia estratégica posicionó la ciudad a niveles similares de importancia a otra cuyas función era más político-administrativa, como Santa Fe, Quito, Lima, etc. Siendo en la práctica una ciudad puerto, siempre tuvo ese “aire” de tránsito y mezcla de todo tipo de cosas que siempre vuelve difusa a las ciudades fronteras, (aun sin serlo realmente).

Por las condiciones de su nacimiento sigue siendo aún, ya en la época republicana el centro económico del país esta condición deja como producto social una clase económica con gran influencia en la ciudad y el país, que sigue todos los patrones conocidos en la movilidad urbana, es decir, originalmente habitan el centro, luego se desplazan y empiezan a migrar de sector en sector generando nuevos “centros” hasta ubicarse prácticamente en las periferias urbanas y con el automóvil se puede “divorciar” de alguna manera de la ciudad misma; ahora, el caso de Guayaquil, su traza urbana “cortada” por el río Guayas, le dio una oportunidad perfecta a la clase alta de la sociedad de establecerse de manera “independiente” de la ciudad, tomando literalmente una península aprovechando incluso el mito de la isla fantasma, San Borondòn (tal vez para imaginar que ni siquiera los verán).

Como todos los sectores urbanos de clase alta de cualquier ciudad del mundo, tiene un ambiente más ordenado, limpio, y con servicios completos, en definitiva un agradable sitio para vivir, donde los autobuses lucen llenos al ingresar en la mañana cargados de trabajadores que por la tarde son regresados a la ciudad en este caso por el puente de La Unidad Nacional sin embargo en esta ciudad paso algo curioso, que no es el común denominador de otras, y es que en su búsqueda de espacios de recreación de calidad para esta zona, crean El Parque Histórico, que es una mezcla de reserva natural y zoológico, como “parque” y el componente “histórico” lo pone el hecho de haber literalmente trasladado, edificios de valor histórico del centro de la ciudad, (al otro lado del rio) y de la zona del antiguo embarcadero, desarmándolos y viviéndolos a armar en lo que se convierte en su centro histórico propio y privado, básicamente, se privó de las estructuras históricas a la ciudad y se recrean en una nueva zona, en donde se vuelve una Escenografía de centro Histórico.
Es así como el Hospicio del Corazón de Jesús, una estructura de grandes dimensiones cuyo traslado es muestra de mucho esfuerzo político y económico y calidad de mano de obra artesanal pasará a ser un hotel 5 estrellas.









Los edificios del Banco Territorial y casas de ilustres y antiguas familias de la ciudad, serán salas de recepciones y restaurantes de nivel internacional, todo dentro de un “parque” que alguna manera “encierra” este centro histórico para los usuarios que aunque hay libre acceso, no es público, no es ciudad.



 


Pero, ¿Cómo sucedió esto? ¿Cómo se deja una ciudad ser saqueada de esta forma como el cuento de navidad de Dr. Seuss? Pues la respuesta a esto es irónicamente algo de lo que los arquitectos se quejan continuamente en El Salvador, y son las restricciones de intervenciones en los centros históricos de nuestras ciudades que dicho sea de paso no tienen el valor histórico de otras, pero que merece ser cuidado, para Guayaquil el cuido del centro histórico no es algo que legislar, o por lo menos su normativa es suave y eso produce el saqueo, en El Salvador los centros históricos son cuidados de manera excesiva lo cual tampoco da un resultado positivo a tal punto que muchos son de la idea que lo mejor que le puede pasar al centro es incendiarse (ya un editorial influyente alguna vez lo pidió), intervenir un edificio dentro de estos perímetros (que son ficticios) es engorroso, y económicamente no factible, lo que desincentiva la reactivación del corazón de la ciudad, que debería volver a ser su corazón económico.

La normativa cuida, pero cuidar no significa nada si el edificio no nos parece importante o si el espacio no nos es útil, de esta manera nos puede dar igual que se destruya o lo trasladen.

Usar la el centro, usar sus espacios públicos vincula a la gente con las estructuras y su entorno, decía el Arq. Vargas Baernound   “Edificio que no trabaja, se muere…” esto es aplicable a los espacios públicos también.
Por lo general los centros son los espacios con la mejor infraestructura urbana, que está en desuso, y es ese desuso el que vuelve prescindible un edificio o espacio, cuando una plaza no se “usa” no se le extraña, cuando un edificio no “funciona” no se le recuerda una vez destruido, y ese es el caso de muchos edificios importantes en San Salvador como la de la Iglesia San Esteban, la Antigua Escuela de Artes y Oficios en Santa Ana o el Palacio Municipal de San Vicente, por mencionar algunos.

Usar la ciudad la vuelve vigente, la plaza se usa haciendo algo en ella, el edificio se usa habitándolo, y así la ciudad se vuelve vigente.
El pasado miércoles 2 de Septiembre, me encontraba en el centro de san salvador y y encontré a  la alcaldía celebrando en el Teatro Nacional la creación de la secretaria de cultura municipal, para esa actividad la plaza Morazán  fue ambientada de manera colorida, la circulación vehicular fue reducida, y la gente al caminar miraba con curiosidad, también me detuve y dos jovencitas estaban a mi lado muy interesadas en las luces y el espectáculo previo pero lo que más llamó mi atención fue el comentario de una de ellas diciendo: “ …mirà que bonito! No parece San Salvador… ” a lo que recibió una afirmación muy convencida de respuesta, ese asombro viene justamente de ver “usar” un espacio público de manera diferente, eso vincula más a las personas con ellos y hace cuidarlos, así robárselos será mas difícil…





martes, 11 de agosto de 2015

SAN SALVADOR, BRASILIA Y EL DESIERTO URBANO



Brasilia, una utopía moderna de la década de los 50`s buscaba darle una nueva capital a Brasil bajo de sueños de medio siglo, igualdad, eliminación de las clases sociales, fraternidad, y otros tantos suspiros “hippies”...
Para el “encargo del siglo” en Brasil como todos sabemos se encomendó al urbanista Lucio Costa y al Arquitecto Oscar Niemeyer, el producto es una ciudad con paisajes urbanos encantadores y avenidas espectaculares con la arquitectura monumental y escultórica de Oscar, pero a la vez vacía….
Los capitalinos se fugaron de la ciudad poco a poco formando sus propios barrios donde no era el urbanista quien les decía adónde trabajar y adonde vivir es decir formaron su propia “urbanización” sin el pecado implícito de la nueva capital: La dependencia del vehículo….



San Salvador está muy lejos de ser una ciudad trazada de la nada en una zona árida de un país en crecimiento a ser una potencia global, pero tiene el mismo pecado en sus entrañas pero por razones muy distintas, ¡el automóvil es indispensable! Pero sin tener las actividades de habitar, trabajar y/o recrearse tan distantes entre sí como el caso mencionado de la capital brasileña, ¿por qué tiene el mismo problema entonces? Una buena pregunta, acá una idea de las causas que consideramos la explicación de que esto suceda en una ciudad que es una de las más pequeñas capitales del mundo.

1. PÉSIMO TRANSPORTE PUBLICO
¿Pésimo es una palabra muy dura para nuestro problema? NO! Sufrimos un sistema de transporte caótico, desordenado, inseguro y en sumatoria ineficiente.
Tenemos calles secundarias y hasta de terciarias en donde circulan hasta cuatro diferentes rutas de autobuses, dando el mismo servicio teniendo recorridos con unidades casi vacías, no tienen regulación de horarios para dosificar la saturación de líneas, etc. Y ni hablar del triste servicio, grosero, vulgar, y agresivo, pero lo más perjudicial es que no existe un buen planeamiento de rutas de tal manera que en radios de 4 km se tenga que tomar hasta 3 autobuses del punto A al punto B

2. AUSENCIA DE CONECTIVIDAD
La ciudad tuvo un crecimiento “Natural” hasta cierto punto y por natural nos referimos a predecible, es decir, abandono del centro por las clases altas, nacimiento de suburbios, creación de nuevos “centros”, nacimiento de corredores de usos específicos que “sectorizan” la ciudad, etc. pero no se creó la conexión entre todas estas partes y crear así un todo, que no fuera el trazo vehicular. Los centros urbanos planificados quedaron cortos en su densidad y la inmigración campo-ciudad producto de la guerra civil consolido las ciudades dormitorio altamente densas y que no vieron satisfechas sus necesidades de trabajo que no fuera cruzar San Salvador entero.

3. EL VEHÍCULO COMO ELEMENTO DE SEGURIDAD
Una ciudad que tiene su actividad comercial formal y de calidad fuera del centro por el que se debe de alguna gran parte del transporte público transita a diario, es una ciudad diurna, donde la hora tope de la actividad es temprana.

Basta transitar en por el centro consolidado (incluso mas allá) de la ciudad después de las 7 u 8 de la noche, veremos que está prácticamente deshabitado, y se llega al extremo de sentirse seguro dentro de un autobús, (y eso decir mucho…) solo quien no ha caminado a las casi las 8:30 p.m. no ha experimentado tal sensación de soledad. El vehículo nos da la oportunidad de extender nuestro día, como en la revolución industrial lo hizo el alumbrado público, acá lo hace tu propio transporte. ¿De que otra manera nos transportaríamos de nuestro trabajo a otro sitio que no fuera nuestra casa, de manera segura si de paso decidimos distraernos en algún sitio entre estos dos puntos? Impensable, con una cultura de taxi muy poco desarrollada, en el San Salvador del año 2015 por lo menos…

Esto sumado a muchas decisiones políticas sobre ciudad tomadas al calor de cada periodo municipal y descuidos, fue forjando una ciudad cuyos habitantes consideran agresiva con ellos mismos, en donde una familia no cree que si su hija o hijo inicial la universidad estén seguros en la ciudad desnudos sin un carro, y con lo cual buscara la manera de resolver este problema justo con 4 ruedas, y lo más penoso es que este caso no se delimita solo a un estrato económico superior, cada vez más y más las personas ven el vehículo como una herramienta de supervivencia a una ciudad grosera y violenta con el que la camina o circula. 

Peatonalmente nuestras aceras están vacías, las aglomeraciones se ven solo en los puntos de transbordo de buses (que son cualquier esquina) se va al trabajo manejando, se sale a comer y regresa al trabajo manejando, se camina solo cuando es de verdad necesario única y exclusivamente si lo es, los espacios públicos están poco atomizados, su concentración hace que extensas zonas de la ciudad solo estén amuralladas, y desérticas.

Mientras la ciudad siga dejando concentrando comercios y servicios, cada vez más y más seremos víctimas de los congestionamientos en un desierto peatonal y riéndonos del  funcionario que dijo que nuestro problema es que "hay mucho carros en la ciudad", los siento, tiene toda la razón...







miércoles, 29 de julio de 2015

SITRAMSS, TWITER Y UMBERTO ECO


SITRAMSS, TWITER Y UMBERTO ECO

Umberto Eco, semiólogo italiano, lanzo hace unas semanas una dura crítica sobre quienes escribimos en Internet y principalmente en las redes sociales enfocada a dejar claro que, la comunicación ahora masiva para los que tienen acceso a Internet nos da la posibilidad de conocer lo que muchas personas piensan sobre algo, y hasta ese punto eso parece maravilloso! ya que tenemos acceso a información q tan solo años atrás solo soñábamos con tener, y eso tiene algo de similitud con la idea central de la novela más famosa de Eco, El Nombre de la Rosa, que estriba sobre el monopolio del conocimiento, ese monopolio con el Internet parece cada vez más reducido, pero ¿A qué costo?

Como dice Eco, “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas...” cuando en el pasado quienes tenían acceso a dar una opinión parecía que debían de pasar una especie de “filtro” (No siempre académico) que hacía que esa opinión tuviera un peso de interés, pero ahora, “el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo como el portador de la verdad", asegura Eco.

¿Qué de esto sufrimos en El Salvador? ¿Y principalmente enfocado en lo que nos interesa, la Arquitectura y ciudad.?

Pues podemos decir que las voces sobre lo urbano y lo arquitectónico son escasas en nuestro “ciber entorno” (si es que el concepto existe) y por escasa, en su mayoría es de calidad aceptable, debido a que quien quiere hablar de esto de verdad lo desea y espera colaborar y por lo general existe un buen criterio para discutir, pero últimamente ha habido un tema, urbano que por impactante ha sido abordado por muchas personas, y eso es positivo en el sentido que la discusión es siempre un avance, pero negativo en el sentido que surgieron opiniones más político-panfletarias que coherentes, de ambos lados del folclórico espectro político salvadoreño y este tema ha sido el ya famoso SITRAMSS, y es famoso tanto por importante paso para la ciudad como por recibir lodo político a su paso.
Eco acierta al decir que el Internet promueve al tonto, y acá vimos en un periodo que dicho sea de paso parece que aún no termina, desfilar opiniones de muchas personas con poder de general opinión publica pero con escasa (o casi siempre nula) información de calidad, muchos despotricaron con un proyecto que lo que tuvo de negativo principalmente es la planificación de construcción pero no su concepto como solución de transporte, tan atrevidas fueron las opiniones como desinformadas, hasta llegar al punto que se llegó a hablar de “Errores de Diseño” termino atrevido ...
Uno de estos voceros políticos incluso llego a proponer “parar” a como fuera lugar el proyecto, ¿Con que base técnica? Ninguna más que la pasión política de ser un proyecto del partido político contrario.



Pero, ¿Es culpable solo el políticamente apasionado que da estas opiniones? O ¿Tenemos culpa quienes guardamos silencio y dejamos vacía la esquina de la opinión técnica? Si, El transporte masivo de personas es la solución correcta a todas luces para nuestra ciudad y para cualquiera que llegue a un tamaño razonable de manejo de personas, el problema está en qué forma se aborda el problema, un sistema como el SITRAMSS no fue ejecutado a partir de una simple idea vaga de lo que quería un político soñador, fue producto de muchos estudios técnicos, análisis de factibilidad, estudios de flujos y tráficos proyectados, etc.


Pero acá está el primer culpable de que los tontos hablen contra el sistema: El estado.
Son los funcionarios los que deben de defender mejor su proyecto, son ellos quienes tienen que marcar y demostrar los beneficios y sustento, y fallan terriblemente en eso, pero no solo ellos y acá viene el segundo culpable: El gremio de Arquitectos e Ingenieros, por su falta de opinión, seguro q si le preguntamos como gremial, por que su silencio dirán que no les corresponde defender o atacar un proyecto como este, pero lo siento, se equivocan! Los gremios profesionales son agrupaciones más allá de solo la reunión anual y los eventos sociales de sus agremiados, son estos llamados a ser una voz que sea escuchada de manera técnica, y si esperan ser consultados en un tema como este pues demuestran no tener en verdad el deseo de ser más que solo un club social que renta locales para fiestas.
El colegio de arquitectos debió proponer si no ser consultado, por lo menos dar una opinión técnico urbana al momento de saber la implementación de una idea tan importante como el sistema de transporte masivo de personas, si nada de esto pasó entonces nos demuestran triste pasividad y desinterés por cuestiones fueras de sus muros de asociación.
Si no cambiamos la filosofía de las asociaciones gremiales, a enfocarlas en el servicio de las ciudades, nos veremos obligados a aguantarnos las opiniones de periodistas de política panfletaria hablando de “problemas de diseño” en los proyectos urbanos, incluso buscando pararlos.
Nos tocará entonces tragarnos como dice Eco "al tonto del pueblo hablando con el mismo peso de un premio nobel..." Tan triste como ofensivo...



















miércoles, 11 de febrero de 2015


LA PORNOGRAFÍA Y  LA ARQUITECTURA


La pornografía y la arquitectura son temas  que muy poco probable serán  colocados en una misma discusión, pero hay una acepción  poco común de la  pornografía y es cuando se considera como una “idealización del sexo”, y como toda idealización es falsa, y es acá donde bajo este contexto de lo ideal y lo falso en que podemos meter ambas ideas y ambos mundos, en una sola discusión.
Pero ¿Cuándo la arquitectura se vuelve falsa?
Sera difícil entender esta falsedad, cuando estamos acostumbrados a entender lo arquitectónico como lo ya construido, pero por lo general olvidamos que mucha de la arquitectura está dentro de las aulas, y que es ahí, donde en el proceso de formación, la ideas pueden trastocarse y desviarse, pero entendamos mejor esto contextualizando la actualidad de la práctica del diseño en las aulas de hoy.

Las redes sociales siempre han existido en la historia humana, pero nunca  habían sido tan rápidas  y  eficientes en conectar a los involucrados hasta que llega la llamada “Era de la comunicación” en esta “era” que por ahora solo comprende 25 años desde el uso cotidiano de las computadoras con Internet  y apenas prácticamente 10 del surgimiento de las redes sociales como ahora son conocidas, ha sido  tiempo suficiente para llevarnos en una corriente muy fuerte de conectividad  que parece no tener límites, de tal modo que lo que escribimos y publicamos, en este mismo instante puede ser compartido por otras personas literalmente al otro lado del planeta, siempre y cuando claro esto sea relevante, (o se supone que así sea…)
Con estas nuevas formas de relacionarnos los humanos en teoría deberíamos compartir más conocimientos de calidad, pero es justo lo que no ha sucedido, y la arquitectura ha sucumbido ante eso, y nos vemos bombardeados con un exceso de información que en nuestro mundo de arquitectura son ideas, formas, proyectos, etc.  y es ahí donde la arquitectura se empieza a mezclar con la falsedad y igual que la pornografía, convierte a muchos ( coincidentemente jóvenes) en seguidores de modas, ismos y starchitecs, que terminan confundiendo con lo que es en verdad la arquitectura, navegando entre fotos idílicas y los comúnmente llamados “Renders” que muestran que el arquitecto es un mero artista del modelado y que el más realista es el mejor, colocando personas felices en poses que nunca tedràn en un edificio y siendo vistos en ángulos imposibles, en momentos improbables,  en ese caso los animadores de PIXAR deberían de recoger Prizkets anualmente.

Tenemos entonces jóvenes estudiantes cuyas redes sociales tienen  amigos y contactos en la misma cantidad que sitios que muestran a cada momento imágenes de arquitectura idílica formas perfectas  pero sin teoría, sin idea, y la muestra de lo vacío del consumo es que estos mismos estudiantes sufren de frustración al no poder generar respuestas de ese mismo nivel o calidad, porque suponen que  debería de ser fácil , y decimos que lo suponen por que poco a poco su calidad de observación se deteriora en la medida que consumen más y más, pareciendo cada vez más al consumo de pornografía en tanto se disfruta momentáneamente y queda solo para el ideal de belleza en la retina o tan lejos como puede llegar a ser un “like” o “Compartir en tu muro”…
Pero ¿Por qué sucede esto? ¿En verdad existe un detrimento de la calidad arquitectónica? Difícilmente; el problema no está en la inundación de sitios de Facebook para decorar jardines, el problema es más simple, es la ausencia de control de calidad, años atrás para mostrar nuestros diseños debíamos pasar los filtros de revistas especializadas, crítica, etc. pero ahora basta con crear una cuenta en minutos.

Sin embargo en todo esto tienen una gran responsabilidad los docentes en el aula, cuando no llegan a estimular de manera tal al estudiante que sepa que ser arquitecta o arquitecto, está en muchos momentos muy lejos del dibujo y el color, que el diseño es vacío si no hay idea y teoría en él, que estudiar lógica y conceptualización producen arquitectura de calidad, y este desinterés es más serio de lo que los profesores aun imaginan, y entre más tiempo pasen sin  comprenderlo, quejándose de los tiempos modernos y entre más tiempo pasen sin esforzarse en la clase, utilizando materiales obsoletos,  más fácil será que los futuros arquitectos sigan compartiendo el último proyecto de Frank Ghery  en sus  redes sociales, aun cuando él mismo asegure : "en el mundo en que vivimos, el 98 por ciento de los edificios que hacen son pura mierda, son malditos edificios sin sensación ni sentido del diseño ni respeto por la humanidad".(España, Octubre 2014)



martes, 3 de febrero de 2015

¿POR QUE ESCRIBIR SOBRE ARQUITECTURA?

¿POR QUE ESCRIBIR SOBRE ARQUITECTURA?


La pregunta  suena simple, pero está por demás comprobado que las preguntas simples son proporcionalmente, complejas  en su respuesta, y más aún cuando se ubica en su verdadero contexto físico, por lo tanto, preguntarse por qué escribir sobre arquitectura en Ciudad de México, tiene todo un  diferente enfoque que si se hace en Guayaquil o Chicago, sus recursos, historia, metas, incluso la geopolítica definirá el ánimo de los involucrados en la arquitectura para  discutirla, criticarla, en fin hablar de ella y empujarla a avanzar desde una sana critica.
Pero, ¿Como se presentan todos estos aspectos cuando nos ubicamos en Centroamérica y específicamente en El Salvador?   Todo análisis de la arquitectura local deberá  verse tamizada por  nuestra realidad, y esto tiene valor de ser mencionado, por  evidente que suene,  porque pareciera ser un problema serio en nuestros análisis, de lo que son nuestras ciudades y edificios; así pues, quienes escriben sobre arquitectura por lo menos en El Salvador y dicho sea de paso con calidad y asertividad, son pocos.
Y avanzando en esta idea podemos preguntarnos, ¿Es necesario hablar y escribir sobre arquitectura?, y para respondernos nos hacemos una segunda pregunta: ¿Cuál es el producto de analizar la arquitectura de una sociedad? Y es entonces cuando  muchos se quedaran sin poder responder, y así  nos envolvemos en años sin dedicar, tiempo y pensamientos de calidad sobre la arquitectura, aunque en ella, vivamos, trabajemos, y hasta muramos.
Pero si, muchos consideran esencial  analizar cine, aunque nosotros mismos no produzcamos de calidad por ahora, y  por grandes periodos de tiempo, ni siquiera producimos, y que decir de la crítica política que resulta tan variada en actores y calidades, también  son  constantes  las discusiones sobre moda en medios de comunicación y hasta son cada vez más populares las reseñas de nuevos restaurantes y sitios para el turismo en forma de guías y rutas  que es una naciente industria, y esta situación de poner en foco lo que se hace  termina potenciando la creatividad  y los ánimos de producir más calidad.
Es esta búsqueda de calidad es por lo que escribir sobre arquitectura de manera informada y coherente la potencia, le ayuda,  en definitiva la mejora.
Los esfuerzos por mantener vivas publicaciones periódicas sobre arquitectura y urbanismo en El Salvador han sido esfuerzos muy valiosos, pero las causas por las que estas han ido quedando poco a poco en historia como esfuerzos,  han sido diversas, pero seguir intentando sembrar y abonar en ese sentido debe de ser nuestra meta hasta encontrar la fórmula correcta de permear en los actores directos de la arquitectura en el país, que no solo son los profesionales que ya ejercen, si no que será la masa más activa de ideas como lo son  estudiantes y arquitectos docentes en las universidades.
Buscaremos con este nuevo esfuerzo ( digital esta vez) traer nuevamente la crítica del diseño y la arquitectura en El Salvador  nuevamente al centro de la discusión, resaltar los esfuerzos que signifiquen una evolución en nuestro entorno,  fijar posiciones con criterio sobre los problemas urbanos  de los que por ahora solo la tienen de manera no técnica y hasta nubladas con política.
Este sitio buscara ser un espacio para el análisis, la reflexión, y alimentación sobre  arquitectura y diseño, todo con el objetivo fijo de mejorar  la calidad del quehacer arquitectónico  en el país como inicio…